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Aunque la primera edición se autofinanció con las ventas de sus ejemplares, no ha sido posible hacer lo mismo en esta segunda entrega debido principalmente a la escalada de precios de toda la materia prima que compone la impresión de un libro y a las pocas unidades fabricadas, que multiplican el precio de cada ejemplar al ser una tirada más corta.

Si a esto le añadimos el precio de la tinta de color y una buena calidad del papel, los precios son inasumibles para el autor. Se ha tenido que buscar financiación externa en modo de publicidad, logrando que importantes empresas e instituciones leonesas confiasen en el producto y hayan aportado fondos para compras anticipadas de ejemplares para sus clientes, bibliotecas, asociados y empleados: